7.10.2007

gourmet.

*Agarra un perro, gato u otra masa animal atropellada (fresca de preferencia); sácale las vísceras y las metes todas en el propio estómago del animal (el muerto, en el tuyo al final de la cocción); lo amarras bien y lo metes a cocer en una salsa de guajillo hasta que se consuma; el resto del animal lo puedes hacer caldo o barbacoa o ambas... sírvase con panela y/o cotija y adórnese con aceitunas (en Tapachula, sin los quesos, se llamaría "chanfaina")Abur y felices PascoasPD. Indispensable una caguama fría fría fría para cortar cualquier vestigio de antibiótico.*
*[comentario anonimo que vi publicado en un blog llamado antrobiotica. ]

y me hace recordar cuando niño escuche esto, me impacto.

Recuerda el objeto que vimos, alma mía, aquella bella mañana de verano tan dulce: al torcer de un sendero una carroña infame sobre una cama sembrada de guijarros,
las piernas al aire, como una mujer lúbrica, ardiente y sudando los venenos, abría de una manera descuidada y cínica su vientre lleno de exhalaciones.
El sol brillaba sobre esta podredumbre, como para cocerla a punto, y de rendir al céntuplo a la gran Naturaleza todo esto que al mismo tiempo había unido.
Y el cielo miraba el esqueleto soberbio como una flor abrirse. El hedor era tan fuerte, que en la hierba te creíste desmayar.
Las moscas zumbaban sobre este vientre pútrido, de donde salían negros batallones de larvas, que se deslizaban como un espeso líquido a lo largo de estos viventes harapos.
Todo aquello descendía, subía como una ola, o se lanzaba chispeante; se habría dicho que el cuerpo, hinchado de un aliento vago, vivía multiplicándose.
Y este mundo comportaba una extraña música, como el agua corriente y el viento, o el grano que un aventador de un movimiento rítmico agita y devuelve a su harnero.
Y las formas se borraban y sólo eran un sueño, un esbozo lento en venir, sobre la tela olvidada, y que el artista acaba solamente para el recuerdo.
Detrás de las rocas una perra inquieta nos miraba con aire enojado, espiando el momento de recuperar del esqueleto el trozo que había abandonado.
_Y, por tanto, tú eres parecida a esta porquería, a esta horrible infección, estrella de mis ojos, sol de mi naturaleza, tú, mi ángel y mi pasión.
¡Sí! tal serás, oh, reina de las gracias, despues de los últimos sacramentos, cuando irás bajo la hierba y las floraciones grasas, a enmohecer entre las osamentas.
Entonces, ¡oh, mi belleza! dile al gusano que te comerá a besos, que he guardado la forma y la esencia divina de mis amores descompuestos.

Ch. B.

note: no se que putas le paso a blogger que al publicar le dio en la madre al formato.

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